El apego es el primer vínculo afectivo que realiza un recién nacido. Además, del vínculo más importante, en la relación de cualquier bebé y de cualquier niño, que depende de la calidad afectiva de los cuidadores principales, especialmente de la madre.
Por ello, en esta nota te dejamos 7 claves que debes conocer para fomentar el apego desde la infancia.
Jesica Kuwae, psicóloga infantil y directora del centro Crianza Danza, comenta que el apego es la primera relación que se da entre el bebé y la mamá/papá. Se da en forma natural, se refuerza por los cuidados y la interacción afectiva del día a día. A partir del apego se establece el vínculo.
• También te puede interesar: Crianza infantil: ¿Cómo afrontar el miedo a «no hacer las cosas bien»?
EL PRIMER APEGO
La experta agrega que el apego primario se da desde el nacimiento, algunos especialistas sostienen que desde antes; por el contacto piel a piel, la presencia, la lactancia o la interacción afectiva.
¿SE PUEDE CRIAR CON APEGO?
Kuwae señala que sí. Lo saludable es criar con apego. La presencia de mamá y de papá con el bebé le da seguridad, se siente sostenido; no sólo alimentado, limpio y libre de dolores sino amado.
“Criar con apego no es estar a merced del bebé, es estar presente, aprender a entender sus necesidades, pero también ser un medio para que sienta que el mundo es un lugar amable y confiable”, acota.
FORMAR VÍNCULOS SALUDABLES DESDE LA NIÑEZ
A partir de esa relación con el mundo se podrá desarrollar en forma integral. Los primeros en contactar con el mundo son los padres, si ellos lo sostienen y le dan confianza para relacionarse con su entorno, los bebés luego niños después adolescentes serán capaces de establecer interacciones y vínculos saludables.
• Puedes leer: 7 errores que cometemos con el primer hijo
CONSEJOS PARA LOS PADRES
La especialista nos deja algunas recomendaciones que están orientadas al apego, las cuáles son:
- La presencia, el contacto o la mirada.
- Los cuidados: alimentación, higiene, el sueño y atender los fastidios.
- Los momentos de interacción: juego, masajes o paseos.
- Brindarle calma cuando lo necesita.
- A través del c corporal, siendo coherente con lo que se comunica.
- Mostrando tranquilidad y alegría cuando debe alejarse y al volver.
- Darle espacio para explorar y confianza para hacerlo.
