La primera hora después del parto es fundamental para establecer las bases de una lactancia materna feliz. Por ello, en esta nota te contamos todo lo que debes saber durante este proceso.
Jennifer Berrospi Torres, obstetra especialista en promoción de salud sexual y reproductiva; además, directora de Berrospi Health, nos comenta que la lactancia materna debe iniciarse lo antes posible, ya sea en la sala de partos o en la primera hora después del nacimiento.
“Debe realizarse cuando el bebé está alerta, con un fuerte reflejo o instinto de succión, antes de caer en un sueño profundo, es importante ya que favorece el aprendizaje infantil y estimula el flujo de leche”, acota.
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ENGANCHE DEL BEBÉ
La obstetra añade que el bebé debe abrir la boca unos 180 grados, fruncir los labios y cubrir con la boca toda la areola.
“No se recomienda pellizcar con los dedos para que salga más leche, ya que en realidad solo puede obstruir algunos de los conductos lácteos”, enfatiza.
El bebé debe colocarse de modo que el pezón quede al nivel de la nariz o el labio superior. Entonces, debemos acercarlos al pecho (no al revés). La posición habitual es la barriga de la madre y el bebé tocándose. Se puede pedir ayuda si es necesario.
¿HAY QUÉ DESPERTAR AL BEBÉ PARA DARLE EL PECHO?
El bebé debe mamar a libre demanda. Esto significa que debes alimentar a tu bebé cada vez que te lo pida. Los recién nacidos no tienen horario, pero poco a poco se acostumbran al tiempo.
Para facilitar esta adaptación, el niño debe pasar el mayor tiempo posible con la madre, desde el momento de su estancia en el hospital o clínica. Hay pequeños que hablan muy poco, duermen bien y no piden comida, en estos casos, es recomendable despertarlos cada 3 o 4 horas para alimentarlos.
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RECOMENDACIONES PARA LAS MADRES
La especialista nos deja las siguientes indicaciones que debemos tener en cuenta, las cuales son:
- La lactancia materna exclusiva debe recomendarse durante los primeros seis meses, para la protección del síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL).
- Debe evitarse el chupón en los niños alimentados al pecho hasta que la lactancia materna esté bien establecida. Generalmente a partir del primer mes de vida, que además coincide con la edad en que comienza el riesgo de SMSL.
- El chupón puede ser un marcador de la existencia de problemas con la lactancia. Si el niño succiona un chupón, nos indica que quiere mamar y deberíamos ofrecerle el pecho.
- En los niños hospitalizados en unidades neonatales, si no es posible que mame directamente del pecho.
- Los pequeños que se alimentan con biberón es muy importante la utilización del chupón para la prevención del SMSL, ya que no presentan la protección de la succión al pecho.
- Se recomienda limitar el uso del chupón hasta el primer año, porque evitaremos efectos adversos relacionados con su empleo prolongado, como: problemas dentales, otitis media, entre otros. Existen otros procedimientos para calmar al bebé como el contacto piel con piel y otros métodos de succión no nutritiva.