El cuerpo y organismo de las mujeres cambia y se deteriora con el pasar de los años. Muchas de ellas no toman en cuenta el riesgo que presenta la edad al momento de concebir. La emoción que causa ser madres, a corto plazo, puede resultar decepcionante, ya que se encuentran con una serie de complicaciones.
Hoy en día, algunas mujeres han dejado de lado el interés por la maternidad y han priorizado el desarrollo personal, especialmente, se han centrado en sus labores profesionales. Esto se ve demostrado en la tasa de natalidad, la cual descendido en el Perú con el pasar de los años. Según el último estudio de la INEI informó que el 64.9% tiene entre 25 y 29 años.
La mujer puede decidir ser madre desde que comienza a menstruar hasta su ciclo final. Pero no siempre esta decisión es la mejor en cualquier año. La especialista en Obstetricia Ynes Vigil, menciona que la edad apropiada para embarazarse es entre los 25 y 29 años. En esta etapa los ovarios se encuentran en mejor estado. Pasado los 30 años, la llamada “reserva ovárica” disminuye y aparecen las dificultades para fecundar. La reserva ovárica es el número de ovocitos (células germinativas) en el ovario. Esta reserva cumple la función principal de dar origen a un ser humano.
Si la mujer planea quedar embarazada a los 35 años puede enfrentarse con algunos impedimentos, como parto prematuro, anomalías cromosómicas, aborto y demás. El cuerpo en esta edad ha madurado y por lo tanto ha envejecido. El estado de los ovarios es distinto y las hormonas han disminuido. En otros términos, se categoriza a este periodo como “embarazo de alto riesgo”. La edad es un parámetro fundamental para la fecundación, pero no es impedimento para dar vida a un nuevo ser.
Según el especialista en Ginecología, Jorge Calderón, recomienda visitar a un médico para realizar los análisis necesarios y conocer el estado del cuerpo antes del embarazo. De la misma forma, la futura madre debe adaptarse física y psicológicamente al cambio. El especialista la guía en el procedimiento de la fecundidad y le brinda consejos, cómo consumir vitaminas, descanso y dejar hábitos que perjudiquen el proceso. En otras palabras, abandonar el consumo de alcohol, cigarros y otras drogas.
Otra de las dificultades en la procreación se presenta por el sobrepeso u obesidad. En este caso, se debe consumir menos calorías para condicionar el vientre materno. Antes de concebir es recomendable mantener una solidez económica, para así no tener complicaciones en los gastos del bebé. La estabilidad laboral de los padres juega un rol importante en la economía de la familia.