Sabemos que como padre o madre, siempre quieres lo mejor para tu pequeño y que no deseas que éste experimente ninguna clase de dolor o malestar y que harías cualquier cosa por suprimir cualquier estado de vulnerabilidad que pueda presentar. El doctor Edwin Montesinos nos habla de los peligros de automedicar al bebé para evitar complicaciones en su salud con la idea de “ahorrar tiempo”
En nuestro afán por “eliminar” cualquier tipo de molestia, dolor o malestar que presentan nuestros pequeños, caemos en el error de automedicar a nuestro bebe, una práctica que desde nuestra experiencia como personal de salud, no recomendamos bajo ninguna circunstancia.
¿Por qué es importante no automedicar al bebé?
Sin creer que incurren en un error, hay padres que administran fármacos a sus hijos sin prescripción de un especialista ante un dolor de estómago o una fiebre, por considerarlas enfermedades simples, y sin pensar que incurren en un error fatal, porque puede tratarse de una apendicitis o un cuadro infeccioso grave.
Hay que recalcar que, cuando se trata de un niño o adolescente, es fundamental que la receta médica, como la dosis adecuada, sea suministrada por un profesional de la salud. Es la única forma de tratar de forma efectiva una enfermedad.
¿Cómo nos damos cuenta que un bebé ha sido automedicado?
- Viene a consulta con muchos días de enfermedad recibiendo medicamentos inadecuados.
- Cuando viene con una enfermedad más complicada.
- Cuando los medicamentos que le recetamos no le hacen efecto porque ha creado un cuadro de resistencia bacteriana porque el microbio se ha hecho más resistente a uno u otro medicamento.
- Cuando dicen que les ha recomendado algún familiar que su hijo tenía los mismos síntomas.
¿Qué sucede si los padres suministran medicinas al niño sin receta?
Uno de los peligros de automedicar al bebé es que pueden causar irritación gástrica o gastritis medicamentosa por los medicamentos administrados, crean resistencia bacteriana en sus hijos, quitan la posibilidad de usar uno u otro medicamento que ya la han estado suministrando a su hijo en forma inadecuada.
Seis consecuencias de los peligros de automedicar al bebé:
- Intoxicación: La automedicación aumenta el riesgo de administrar una dosis incorrecta del medicamento. Los niños tienen un peso y un metabolismo diferentes a los adultos, por lo que la dosis de un medicamento para adultos no es necesariamente segura o apropiada para ellos. Una dosis incorrecta puede tener efectos adversos en la salud del niño.
- Resistencia a los antibióticos: Este punto es uno de los más importantes y preocupantes a la vez, porque, muchas veces, los antibióticos se usan de manera indiscriminada y sin justificación. El uso de ellos SIEMPRE debe ser bajo prescripción médica, NUNCA debes administrar antibióticos sin que el pediatra de tu niño o niña lo indique, ya que además debe ajustarse la dosis de acuerdo al peso del niño y del tipo de infección bacteriana que presente.
- Falso alivio: La automedicación puede enmascarar síntomas de una enfermedad o afección subyacente más grave. Los medicamentos pueden aliviar temporalmente los síntomas, pero no tratan lo que causa estos síntomas.
- Nulo seguimiento médico: Recuerda que cada que automedicas a tu hijo sin un correcto diagnostico estás evitando que un Pediatra realice una evaluación adecuada de la condición del pequeño. De esta manera, no se abordan las posibles complicaciones o condiciones subyacentes que pueden requerir atención médica.
- Enmascaramiento de enfermedad: Esto es solapar o ‘enmascarar’ el cuadro clínico de progresión de una enfermedad, por ejemplo, si tu hijo tiene dolor abdominal y le administramos un medicamento para el dolor, si por casualidad tiene apendicitis, una vez que lo valore el médico, tu niño estará bajo los efectos del medicamento y no tendrá dolor para cuando el médico lo examine y el diagnóstico se vería afectado por solapar el cuadro clínico natural de la apendicitis.
- Interacciones: Si, por ejemplo, tu niño o niña toma alguna medicación por cualquier enfermedad anterior que presente, esta medicación puede causar interacción con otros medicamentos, es decir, potenciar o disminuir su acción, de modo que se debe tener mucho cuidado con niños que toman medicaciones por patologías en específico como por ejemplo: niños con epilepsia, cardiópatas, pacientes renales o con problemas hepáticos, entre otros.
6 Tips de por qué no automedicar a tu bebé
- Dosis errada del medicamento: el cálculo para la dosis correcta de cada medicamento varía de uno a otro. Dosis inferiores no harán el efecto deseado y dosis mayores pueden desencadenar los efectos adversos o producir intoxicación, poniendo en riesgo la vida del bebé.
- Retrasos en el diagnóstico: los medicamentos pueden enmascarar ciertos síntomas por un tiempo, lo que retarda la consulta con el pediatra.
- Mayores gastos personales: los retrasos en el diagnóstico pueden derivar en un agravamiento de la enfermedad, con la necesidad de utilizar mayor número de medicamentos y hospitalizaciones que pudieron evitarse con la consulta oportuna.
- Reacciones adversas: como padres queremos lo mejor para nuestros hijos, sin embargo, a veces por tratar de ayudar podemos empeorar las cosas, desencadenando reacciones adversas por el mal uso de los medicamentos.
- Resistencia a los antibióticos: el uso de los antibióticos debe hacerse siempre bajo prescripción médica, usarlos indiscriminadamente puede generar resistencia bacteriana, es decir que el microbio crea un “escudo” al antibiótico utilizado indiscriminadamente y se hará más fuerte a este antibiótico que tendremos que utilizar un antibiótico más fuerte en otra oportunidad.
- Interacciones con otros medicamentos: si tu bebé está en tratamiento con otros medicamentos, antes de comenzar a darle uno nuevo, consulta a tu pediatra. Hay medicamentos que pueden potenciar o disminuir la acción de otros.