Seguramente has notado que las heces de tu bebé cambian de color constantemente. Pueden ir desde la tonalidad más oscura a la más clara en cuestión de horas. Lo más probable es que las primeras deposiciones de tu bebé al nacer fueron negras, las siguientes amarillas, y las últimas hasta verdes. ¿Por qué ocurre esto? ¿Deberías preocupante? Hoy te contamos todo al respecto.
Según Gema Martínez, especialista en Pediatría y Magister en Nutrición de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), las razones están relacionadas con el desarrollo orgánico del niño y con la introducción de una alimentación más variada. Sin embargo, aunque los colores sean llamativos, no debes preocuparte.
¿Cómo son sus primeras heces y por qué cambian de color tan a menudo?
La primera deposición del recién nacido, que usualmente se da dentro de las 48 horas luego del parto, tiene un color negro verdoso. Esta tonalidad se debe a la expulsión del meconio, una sustancia espesa que se forma en el intestino del bebé durante el embarazo y que está compuesta por líquido amniótico, bilis, moco, lanugo y células.
Después de 72 horas del nacimiento, el intestino del bebé habrá terminado de eliminar el meconio. Por lo tanto, sus heces irán adoptando un tono amarillento verdoso. No te inquietes si eso ocurre. No se trata de un problema de salud en tu pequeño, sino que se debe al cambio de alimentación en su aparato digestivo todavía inmaduro.
Poco a poco, y gracias a la maduración de sus jugos gástricos, las deposiciones del bebé se volverán más amarillentas. A partir de ahí, su aspecto dependerá de la alimentación que reciba. No solamente variará el color, sino también la consistencia. Si le estás dando de lactar, sus heces serán ligeras y de color mostaza. Pero si has optado por la leche de fórmula, serán más consistentes y de un tono más verdoso por el hierro que contiene.
¿Cuáles son los alimentos que más tiñen?
Con la introducción de las papillas, el color de las deposiciones del bebé será aún más variado. Ten en cuenta que a esta edad los niños no mastican y su sistema digestivo aún no se ha desarrollado por completo. Por ello, los alimentos que ingieren atraviesan rápidamente el intestino y salen en forma de heces con pocas modificaciones en su aspecto.
A continuación, algunos alimentos que tiñen las heces de tu hijo:
– El puré de zanahorias puede dar lugar a deposiciones anaranjadas.
– Los cereales dan un color arenoso.
– Los guisantes y la espinaca las teñirán de verde.
– La betarraga da un color marrón rojizo.
La especialista sugiere no preocuparse si las heces presentan variación en los colores anteriormente mencionados. Recuerda que muchas veces estas son de la misma tonalidad de los alimentos que tu pequeño ingiere. Sin embargo, debes acudir a un médico inmediatamente si las deposiciones de tu hijo presentan alguna de estas características:
– Un color blanquecino y pastoso parecido a la cal. Esto puede deberse a una obstrucción de la vía biliar. En la infancia se podría presentar como un cuadro de hepatitis.
– Si las heces son muy líquidas y presentan moco o pus se podría asociar con una gastroenteritis.
– El color rojo podría deberse a la presencia de sangre en el tubo digestivo o en el intestino.