Con el cambio de clima, suelen aparecer muchas infecciones como los resfriados, y enfermedades tan graves como la influenza. Es cierto que la única forma de prevenirla es colocándose la vacuna, pero existen hábitos que pueden evitar su aparición y mejorar nuestro sistema inmune. En esta nota David Yshikawa Kobayashi, médico residente de pediatría del Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN), te da algunas recomendaciones para proteger a tu hijo de la influenza.
Según American Academy of Pediatrics (AAP), la influenza, o comúnmente conocida como gripe, es una infección de la nariz, la garganta y los pulmones causada por los virus de la influenza. Puede causar enfermedades leves o graves, neumonía y otras complicaciones. Esta enfermedad es peligrosa para los niños menores de 2 años, así como para quienes presentan enfermedades crónicas, pues puede causar complicaciones, terminando en hospitalizaciones o incluso, la muerte.
Alguno de los principales síntomas son:
- Fiebre
- Congestión nasal
- Lagrimeo
- Tos
- Malestar general
Recomendaciones de prevención
El médico recomienda la vacunación una vez al año en contra de la influenza en los menores de edad. Asimismo, es importante que los niños tengan un estilo de vida activo. A pesar de que la pandemia del coronavirus nos obliga a estar en casa y los paseos permitidos según la nueva medida del Estado son cortos; existen ejercicios que puedes hacer desde casa con tu pequeño.
Mantén los ambientes de tu casa ventilados; las ventanas no deberían estar cerradas nunca al 100%. Si alguien en casa sale con regularidad por trabajo u otro motivo, podría traer el virus del exterior. Una persona que presenta esta enfermedad puede esparcirlas en su entorno o contagiar a otros solo con toser, estornudar e incluso hablar. Es necesario desinfectar las superficies de las áreas comunes del hogar como la cocina, comedor o los baños.
Dale una alimentación balanceada a tus hijos. Hay mitos que indican que ciertas vitaminas que se encuentran en los alimentos potencian la inmunidad por sí solas; más que esto garantizan el bienestar general y por ende aumentan las defensas. Por ello, el médico recomienda principalmente la “vitamina O de olla”. Haz que tus hijos coman de todo un poco mezclando carbohidratos, azúcares naturales, proteínas y fibra. Un almuerzo saludable puede incluir pollo, pescado, menestras o algún carbohidrato de acompañe tales como papa, yuca o camote. A ello, se le puede sumar una ensalada fresca o cocida, como también un refresco natural que tenga vitamina C.
