Los casos de obesidad infantil se han duplicado durante el estado de emergencia dado por el COVID-19, señaló EsSalud. Esto se debe al cierre de las escuelas y al confinamiento en sus hogares, a ello se le suma la alimentación y malos hábitos que han impactado negativamente en su rutina.
Álvaro Altamirano, director médico del Consultorio Médico Pediátrico y pediatra de Emergencia del Hospital Guillermo Almenara comenta que, la obesidad infantil en tiempos de pandemia se da porque los niños están confinamiento, salen pocas veces de la casa y se han acostumbrado a estar en su domicilio.
• Puedes leer también: 7 consejos para la alimentación de tu niño en verano
¿CÓMO SABER SI MI HIJO TIENE OBESIDAD INFANTIL?
El pediatra señala que actualmente la mayoría de los niños son digitales y tienen acceso a internet o la televisión. Por lo que, están sentados todo el día y de ahí se reposan. Luego, comen y se van a dormir y, al día siguiente repiten la misma rutina. Se puede observar a un niño sedentario.
Además, comenta que hay un poco de ansiedad en ellos y consentimiento en los padres que a veces los premian con chocolate o alguna golosina. Tenemos a un niño que está comiendo. “El desorden alimentario y el sedentarismo están presente en ellos”, acota.
¿CUÁNDO PREOCUPARNOS?
Altamirano, agrega que sería indicado que los padres pesen a sus niños en sus domicilios mensualmente, para ver si hay un incremento constante en los próximos meses siguientes. También, puedes calcular el índice de masa corporal (IMC) aquí.
¿CÓMO EVALÚAS ESTA SITUACIÓN A UN AÑO DE LA PANDEMIA?
“Es esta coyuntura que se está dando, estamos evitando salir con los niños. En realidad, un niño debe salir, correr, jugar y distraerse, pero no lo hace”, agrega. En algunos adultos puede estar dándose esta tendencia; mientras que, en los pequeños la situación se asemeja.
CONSECUENCIAS DE LA OBESIDAD INFANTIL
El Dr. señala que el aumento de peso de forma exagerada puede traer elevación del colesterol, lípidos, elevación de la glucosa; ello puede traer dolores articulares por el sobrepeso que está cargando el niño, dolores de espalda, cuello, entre otros.
También, se puede perpetuar un mal régimen alimenticio, es decir, que el niño come lo que desee, conduciendo al bullying y la disminución de la autoestima.
• Puedes leer también: ¿Cómo debemos evitar la obesidad infantil en tiempos de COVID-19?
TE DEJAMOS ALGUNAS RECOMENDACIONES
El especialista aconseja que se debe hacer una o dos visitas al pediatra anuales, para ver y analizar el control del niño, en donde se les mide, pesa, examina y determina si hay obesidad. En el caso que se sospeche, se procede a hacerles exámenes de laboratorio como un perfil lipídico, glucosa basal, descartes de problemas de tiroides.
Asimismo, puede traer problemas como estreñimiento crónico, ya que a los pequeños les encanta las harinas como galletas, queque, tortas, pan, fideos y eso da lugar al estreñimiento. Por eso, se les recomienda a los padres darles frutas, verduras, cereales integrales, entre otros.
También, los padres deben tener un menú programado cada 15 días y ver cómo está la parte de la comida en sí, evitar las bebidas azucaradas como los jugos en caja, preparar una ensalada de frutas, tomar un yogurt o jugos de frutas natural.
Mientras que, en la tarde se tiene que supervisar lo que están comiendo cuando no hacen sus quehaceres del colegio. Darles una rutina de ejercicios, ya que esto va a permitir un mejor sueño y una mejor rutina al día siguiente.
