Durante la gestación nos preguntamos si es seguro continuar ejercitándonos o incluso estar activas con algún tipo de ejercicio, para evitar ciertas molestias y complicaciones ya sea para nuestro bebé o para nosotras.
La obstetra Nícida Ferreyros, educadora prenatal y posnatal; además, asesora en lactancia materna, nos explica que, el yoga ayuda a reconocer los cambios físicos, psicológicos y emocionales que se producen en las gestantes.
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BENEFICIOS
La experta nos comenta que practicar yoga en el embarazo puede ser una excelente forma de prepararse para el parto, pues es un ejercicio que aumenta la fuerza y la resistencia. Por ello, sus beneficios son:
- Mejorar el sueño.
- Reducir el estrés y la ansiedad.
- Aumentar la fuerza, la flexibilidad y la resistencia de los músculos necesarios para el parto.
- Disminuir el dolor de espalda baja, las náuseas, los dolores de cabeza y la dificultad para respirar.
- La American Pregnancy Association señala que hacer yoga embarazada también reduce el riesgo de parto prematuro y favorece un correcto crecimiento del feto en el vientre.
- El yoga para embarazadas favorece la conexión entre la mamá y el bebé.
¿POR QUÉ ES IMPORTANTE HACER YOGA DURANTE EL EMBARAZO?
Hacer yoga ayuda a:
- Conseguir una vivencia consciente y sin temor del proceso del alumbramiento.
- Orientar hacia una maternidad/paternidad plena y responsable.
- Reconocer los cambios físicos, psicológicos y emocionales que se producen en la embarazada.
- Favorecer la recuperación posparto.
- Conseguir la autonomía de control corporal y mental.
PRECAUCIONES A TENER EN CUENTA
La obstetra nos comenta que se debe suspender la práctica de yoga, sobre todo durante las doce primeras semanas de gestación, si se tienen náuseas o pérdida de apetito, o si hay riesgo de aborto y no hay un buen asesoramiento en la práctica.
Además, se debe evitar realizar las clases de yoga con elevadas temperaturas y evitar ciertas posturas durante el embarazo, aquellas en las cuales se deba estirar el vientre excesivamente o en las que se genere una presión sobre el mismo.
“Todas las posturas o asanas de yoga para las embarazadas deben ser realizadas sin forzar, Nunca se deberán realizar posturas que generen incomodidad o malestar”, acota.
Toda mujer embarazada que desee comenzar a realizar yoga, deberá contar con el visto bueno de su médico, la embarazada debe estar libre de riesgo para realizar actividad física moderada.
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¿CÓMO ES UNA CLASE DE YOGA PRENATAL?
Nícida nos cuenta que se inicia con la respiración, concentrándose en inhalar y exhalar lenta y profundamente a través de la nariz. Las técnicas de respiración de yoga prenatal pueden ayudarte a reducir o a controlar la falta de aliento durante el embarazo y a manejar las contracciones durante el trabajo de parto.
Se te animará a que muevas suavemente diferentes áreas del cuerpo, como el cuello y los brazos, abarcando todo su rango de movimiento.
Moveremos suavemente el cuerpo en diferentes posiciones con el fin de desarrollar la fuerza, la flexibilidad y el equilibrio. Es posible que se usen accesorios para proporcionarte apoyo y comodidad.
Al final de cada clase de yoga prenatal, relajarás tus músculos y restaurarás tu ritmo cardíaco y respiratorio en reposo, logrando un estado de autoconciencia y calma interior.
RECOMENDACIONES PARA LAS MAMITAS
La especialista comenta que debemos buscar un programa a cargo de una instructora que esté capacitada en yoga prenatal.
También, considera observar una clase con antelación para asegurarte de que te sientas cómoda con las actividades que involucran, el estilo de la clase, el tamaño grupal y el entorno con las otras mamis.
